Un animal que mata a sus víctimas con bastante crueldad es, sin duda, la lamprea marina.
De hecho, este simpático ectoparásito (que puede llegar a medir entre 1 y 20 de longitud) se extiende por todas las costas europeas y en Norteamérica tiene una forma muy particular de matar a sus víctimas. Básicamente encuentra un pez (salmón, arenque pero también algunas especies de tiburones pequeños), se pega con los dientes y comienza a chupar la sangre con la lengua y drenarla.